Del glorioso Milan, el de las 7 Copas e Europa, el de Sacchi sacudiendo el futbol moderno, el de la excelencia de los holandeses, el de las cabalgadas de kaka y lso goles de Sheva, el de San Siro como caldera del futbol continental, de ese Milan ya solo queda el nombre. Se fue el dinero, se fueron los jugadores franquicia del equipo, y se fueron los abonados, siendo cada una de estas marchas, causa y efecto de las otras dos.El presente del club es preocupante. El futuro aun lo es mas. Algunas fuentes consultadas afirman que el club perdio cerca de 70 millones de euros en las ultimas temporadas con uan gestion nefasta desde los despachos.Se dijo que el 30 % de los abonados rossoneri se fueron y la masa social esta inmersa en una depresion que parece no haber tocado fondo. Comentaba recientemente el "Corriere dello Sport" que el Milan en los dos ultimos años sufrio 137 lesiones (78 musculares con Pato a la cabeza). En definitiva, un drama. Ante semejante panorama, se llevo a cabo una limpieza mas propia de un club embargado que de un club puntero del futbol continental que desea recuperar la gloria perdida. La plantilla quedó como un solar. Se vendió a Thiago Silva (42M) y Zlatan Ibrahimovic (21M) a esa coleccion de muñequitos caros que es el PSG. A esas dos ventas se une la marcha o retirada de gente con peso, de esa que da voces y siente la camiseta como los Inzaghi, Gattuso, Nesta, Zambrotta o Seedorf. Para arreglar semejante y vergonzante exodo se fichó a un pechofrio de solera como es Montolivo, un central aseado- sin mas- como es Acerbi y se trató la cesión de Kaka para usarla como narcotraficante contra los tifosi. A ultiam hora para calmar la rebelion se ficho a Pazzini (7,5M+ Cassano) y trajeron a dos "niños" franceses. Alguien deberia decirle a Galliani que lo de rejuvenecer el equipo lo interpreto mal.
"El jugador que no me entiende se queda afuera. Es muy sencillo. Esto es alta competencia, que es sólo para los elegidos y no puede estar cualquiera. Mirá: en los entrenamientos le metemos doscientos veinte centros a un tipo, con la concepción de que la pelota y el jugador lleven la máxima velocidad y se encuentren en un punto determinado. Así se meten goles de pelota detenida, no importa si cabeceen bien o no. De doscientos veinte que tiramos, le llegarán cinco nada más, pero la obligación que le impongo es que vaya a todas, pensando que es una de esas cinco que le van a llegar. Eso es concentración: hacer todo como si fuera tu única oportunidad. Porque una oportunidad es un gol y un gol es la vida para nosotros. Ahora, si un tipo no va a uno de los doscientos veinte que le tiro, lo mato. Lo tengo que hacer sentir como que ha violado a una mujer. Porque en esa pelota que dejó ir nos quitó la plata, el triunfo, la gloria, la vida. ¿Vos creés que estoy loco? Si es apenas una pelota en un entrenamiento. Pero el tipo que falló va a pensar que realmente estoy loco, y si no corre la próxima pelota pensará que le voy a pegar. Eso es generar clima, mentalizar." Imprimir
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