martes, 22 de mayo de 2012

EL equipo que juega sobre el agua

 Como he dicho muchas veces, el fútbol ejerce un extraño magnetismo entre la gente que hace que lo demás no importe demasiado.
Hace tiempo que espero ver un cambio, un pequeño síntoma de que las cosas puedan cambiar para ser como antes. Quiero sentarme y ver fútbol de verdad y los valores que en el se dan.
La historia del Panyee me hace recordar mis tiempos de niño.

KOH PANYEE
Todo empezó en 1986 en Koh Panyee, una aldea flotante de pescadores en el sudoeste del país en la que nunca había existido un campo de fútbol ni nada que se le pareciera, pero en el que sus niños eran grandes aficionados al deporte rey. Una afición que creció más aún con la celebración del Mundial de México, tanto que decidieron construir un campo para jugar a su gran pasión, que nunca habían podido practicar.
Tenían un gran problema, y es que su aldea flotaba sobre el mar, y no es que el espacio fuera una de las características del lugar. De modo que ante las burlas de los vecinos, decidieron construir un campo flotante en su tiempo libre. Una vez realizado y después de mucho practicar decidieron apuntarse a un torneo, aun temiendo no ser lo suficientemente buenos, ya que nunca habían jugado contra nadie fuera del poblado.
En esa primera aventura lejos de su aislada aldea llegaron a semifinales. En la disputa de ese encuentro, bajo una copiosa lluvia, llegaron al descanso con una desventaja de dos tantos, hasta que decidieron jugar como lo hacían en casa. Descalzos sobre un suelo empapado de agua. Entonces la cosa mejoró, pero no lo suficiente como para alcanzar la final. No hacía falta. En su pueblo ya eran héroes por todo lo que habían sido capaces de hacer unos simples niños. Una auténtica historia de superación, fortaleza y convicción. Una de esas que a veces nos deja el deporte y que merecen ser contadas.



EL FÚTBOL NO ES CUESTIÓN DE VIDA O MUERTE, ES MUCHO MAS QUE ESO.
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