Han pasado años, ligas, copas, champions donde los títulos han ido pasando uno tras otro muy lejos de las vitrinas lombardas.
La plantilla ha perdido nivel desde 2006. La sanidad económica y el Fair Play Financiero se adelantaron a lo deportivo con consecuencias terribles.
Se han ido Ibrahimovic y Thiago Silva, Bojan, Ambrosini, Flamini o el propio Prince Boateng.
En estos últimos años, las críticas se han multiplicado, los fichajes no han llegado y los abonos se han ahogado.
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| Andrea Poli |
Atrás quedaron las cabalgadas de Kaka o la excelencia de los holandeses que nombro, pero todos saben a quienes me refiero.
El presente del club es preocupante. Se lleva a cabo limpieza propia de un club embargado que de un club puntero en Europa.
Hay otra lectura, la esperanzadora.
En Enero llegó Mario Ballotelli. Supermario se disfrazó de diablo en la segunda mitad de la pasada temporada logrando auparse al tercer lugar. El actual Milán se compone de juventud como los llegados Andrea Poli, Saponara, Vergara o Niang.
La clave del cambio pasa por Kaka aunque todavía ven por el retrovisor los retornos de Gullit o Sevchenko cuyo papel fue bastante malo.
San Siro sigue empujando a su manera. Los jugadores saben lo que representa llevar esos colores. Saben mejor que nadie que todo es posible, como ya ocurrió el año pasado contra el Barsa.
´´Desde hoy, el Milán tendrá que caminar solo con sus piernas´´.
Del club, dueño, señor y dominador estas últimas décadas y casa de estrellas superlativas ya no queda nada.
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